El color de los dientes suele variar de una persona a otra, y lo normal es encontrar tonalidades que se mueven entre el blanco, el marfil y, en ocasiones, un ligero matiz amarillento o grisáceo. Sin embargo, hay situaciones en las que aparece una coloración inusual que llama la atención de inmediato: el tono verdoso. Tener los dientes verdes puede resultar sorprendente y hasta alarmante, no solo por la cuestión estética, sino también porque puede ser el reflejo de un problema de higiene, de salud bucal o de la influencia de factores externos. Aunque a simple vista pueda parecer un fenómeno extraño, la realidad es que existen varias causas que pueden explicar esta alteración del color. Conocerlas es fundamental para comprender por qué ocurre, qué consecuencias puede tener y cuáles son las opciones de tratamiento disponibles.
Desde Clínica Belodonte, expertos en estética dental en Barcelona, explicamos sus causas.
Causas principales
La razón más común está relacionada con la presencia de bacterias cromógenas. Estas bacterias producen pigmentos de colores que se acumulan sobre la superficie del esmalte y, al hacerlo, generan manchas que en determinados casos adoptan una tonalidad verdosa. Suelen aparecer sobre todo en personas con una higiene oral deficiente o en niños, cuya rutina de cepillado no siempre es constante ni eficaz.
Otra causa frecuente es la acumulación de sarro. El cálculo dental, al endurecerse, puede adquirir diferentes colores en función de los minerales y bacterias presentes, y entre ellos se encuentra el verde. También la alimentación y ciertos hábitos influyen: consumir alimentos o bebidas con pigmentos intensos, como espinacas, algas, té verde o incluso determinados suplementos, puede contribuir a que se produzca esta coloración.
El uso prolongado de enjuagues bucales con clorhexidina es otra de las explicaciones más habituales. Aunque este antiséptico es muy eficaz para tratar problemas de encías, puede teñir el esmalte con tonos que van del marrón al verdoso si se utiliza durante demasiado tiempo.
En los niños, además, puede observarse una coloración verde durante la erupción de dientes temporales o permanentes debido a la acción de pigmentos biliares. Se trata de un fenómeno poco frecuente, pero descrito en la literatura odontológica. Finalmente, no hay que olvidar los factores ambientales: la exposición a metales como el cobre presentes en el agua o en determinados entornos laborales también puede teñir los dientes con un tono verdoso.
Consecuencias para la salud bucal
Aunque los dientes verdes no siempre indican un problema grave, sí constituyen una señal de alerta. La acumulación de bacterias y pigmentos suele estar asociada a una higiene deficiente, y esa situación favorece la aparición de caries, halitosis y enfermedad periodontal. Además, las manchas en el esmalte generan un impacto estético notable, que puede afectar a la autoestima y a la confianza al sonreír.
Ignorar este signo puede hacer que el problema se agrave con el tiempo. Si las bacterias cromógenas no se eliminan, el esmalte puede deteriorarse y la encía inflamarse, dando paso a complicaciones mayores.
Opciones de tratamiento
La primera medida recomendada es acudir a una clínica dental para realizar una limpieza profesional. El higienista se encarga de eliminar tanto el sarro como las colonias bacterianas responsables de la pigmentación. En muchos casos, con una sola sesión de profilaxis es posible recuperar el color natural de los dientes y mejorar de inmediato la estética de la sonrisa.
En paralelo, resulta esencial reforzar la higiene en casa. Cepillarse al menos dos veces al día con una técnica correcta, usar hilo dental y completar la limpieza con colutorios sin clorhexidina de uso diario ayuda a prevenir la reaparición de las manchas. Cuando la causa está relacionada con la dieta, conviene moderar el consumo de alimentos con alto poder pigmentante y aumentar la ingesta de agua para arrastrar los restos.
En los casos más resistentes, cuando las manchas están profundamente adheridas al esmalte, puede ser necesario recurrir a tratamientos estéticos como la microabrasión o el blanqueamiento dental. Estas técnicas, siempre realizadas bajo supervisión odontológica, permiten devolver una tonalidad más uniforme y clara a la dentadura.
Prevención
La mejor forma de evitar la coloración verdosa es mantener unos buenos hábitos de higiene oral. Cepillarse correctamente, acudir a revisiones periódicas y realizar limpiezas profesionales cada cierto tiempo son pasos fundamentales. También es recomendable evitar el tabaquismo, ya que el tabaco potencia la acumulación de pigmentos y bacterias en la superficie dental. Mantener una dieta equilibrada y limitar el uso prolongado de colutorios específicos también contribuye a conservar un esmalte más limpio.
En definitiva, los dientes verdes no deben entenderse únicamente como una rareza estética. En la mayoría de los casos son el reflejo de una acumulación bacteriana, de sarro o de hábitos poco saludables. La buena noticia es que, con una limpieza profesional y una correcta rutina en casa, es posible devolver a la sonrisa un aspecto natural y saludable. Actuar a tiempo evita complicaciones y garantiza que el color de los dientes vuelva a situarse dentro de la gama habitual de blancos y marfiles que todos asociamos con una boca sana.
No dudes en ponerte en contacto con nosotros, te ayudaremos a cuidar la salud y estética de tus dientes.

