El ardor bucal, también conocido como síndrome de boca ardiente (SBA), es una afección compleja y a menudo frustrante que afecta a miles de personas, especialmente mujeres mayores de 50 años. Aunque no está directamente relacionado con las articulaciones, sí forma parte de un enfoque integral de la salud que también incluye el cuidado oral y la suplementación adecuada. Desde Clínica Belodonte, expertos en Odontología Conservadora en Barcelona, te explicamos qué es, sus causas, síntomas y cómo prevenirlo y tratarlo desde la odontología conservadora.
¿Qué es el ardor bucal?
Es una sensación de quemazón crónica en la boca que puede afectar la lengua, el paladar, las encías, el interior de las mejillas o toda la cavidad bucal. A menudo, se describe como una sensación similar a la de haber tomado una bebida muy caliente, incluso cuando no hay ningún desencadenante visible.
Se trata de un trastorno neuropático, es decir, que tiene su origen en un mal funcionamiento del sistema nervioso periférico u oral. Puede presentarse de forma primaria (sin causa aparente) o secundaria (asociado a otras condiciones).
Causas más comunes del ardor bucal
Identificar su causa es clave para tratarlo de forma efectiva. Entre las más comunes encontramos:
- Deficiencias nutricionales: Especialmente de vitaminas del complejo B (B1, B6, B12), zinc o hierro. Estas también pueden afectar la salud articular.
- Alteraciones hormonales: Común en mujeres en la menopausia, lo que explica su alta prevalencia en ese grupo.
- Síndrome de boca seca (xerostomía): Relacionado con el uso de ciertos medicamentos o enfermedades autoinmunes.
- Alergias o reacciones a materiales dentales: Algunas resinas o metales pueden generar irritación.
- Infecciones fúngicas o bacterianas.
- Bruxismo o tensión mandibular: Factores musculares que, al igual que con las articulaciones, pueden agravar los síntomas.
- Trastornos psicológicos: Ansiedad, depresión o estrés crónico.
Síntomas y efectos del ardor bucal
Se manifiesta con síntomas que pueden fluctuar a lo largo del día y afectar significativamente la calidad de vida:
- Sensación de quemazón o escozor persistente.
- Sabor metálico o amargo.
- Alteración del gusto.
- Sensación de sequedad, aunque la producción salival sea normal.
- Dolor que empeora al hablar o comer.
Con el tiempo, puede provocar ansiedad, insomnio y pérdida del apetito, lo que incide negativamente en la salud general, incluidas las articulaciones, por falta de nutrientes adecuados.
Abordaje desde la odontología conservadora
La odontología conservadora se centra en preservar la estructura dental y funcionalidad de la boca con el menor grado de intervención invasiva. En el caso del ardor bucal, este enfoque busca:
- Descartar causas locales: Como caries, periodontitis o mal estado de prótesis dentales.
- Evaluación de materiales dentales: Se pueden sustituir compuestos irritantes por opciones biocompatibles.
- Tratamiento de infecciones: Con antifúngicos o antibacterianos según sea necesario.
- Uso de soluciones especiales: Con propiedades analgésicas o hidratantes.
- Educación al paciente: En técnicas de higiene oral no agresivas y detección de factores desencadenantes como alimentos muy ácidos, picantes o alcohol.
Además, el odontólogo puede colaborar con otros profesionales de la salud para diseñar un plan multidisciplinar si el ardor tiene origen sistémico o emocional.
Prevención del ardor bucal
Aunque no siempre es posible prevenir el ardor bucal, hay medidas que pueden reducir el riesgo o la intensidad de los síntomas:
- Mantener una buena hidratación.
- Evitar el tabaco, el alcohol y productos irritantes.
- Cuidar la higiene bucal sin productos abrasivos.
- Incorporar en la dieta alimentos ricos en vitaminas del complejo B, magnesio y zinc.
- Usar suplementos de calidad si hay deficiencias nutricionales, algo que también ayuda al cuidado de las articulaciones.
- Controlar el estrés mediante técnicas de relajación, actividad física moderada o apoyo psicológico.
En conclusión, el ardor bucal es una condición que puede parecer menor, pero afecta de forma importante la salud y bienestar diario. Desde la odontología conservadora se pueden realizar múltiples intervenciones eficaces para aliviar los síntomas, siempre con un enfoque integral que valore la nutrición, el estado emocional y la salud sistémica del paciente. Si sientes quemazón constante en la boca, no lo ignores: consultar con tu dentista de confianza puede marcar la diferencia.
En Clínica Belodonte disponemos de servicios de Odontología General y Conservadora. Para más información o consultarnos un caso, no dudéis en poneros en contacto con nosotros.